El diseño del edificio se basó en la necesidad de un verdadero teatro con perfección técnica y exterior sobrio. De hecho, la forma del auditorio y sus dimensiones ideales aseguran que la gente permanezca en estrecho contacto con el escenario y su acústica lo ubica entre las mejores de América. En las salas amplias y flexibles se pueden representar representaciones de música, teatro, ópera y ballet, así como eventos protocolarios y de diversa índole.