La ciudad de Milán fascina también desde arriba: sus campanarios, altas torres, rascacielos, evocadores tejados de ladrillo, terrazas floridas y modernos áticos de cristal y acero crean un escenario maravilloso. Por un lado se vislumbran a lo lejos las montañas, los Alpes, y por el otro se puede ver hasta el Parco Sud y el Valle del Po. Sin olvidar, por supuesto, que el skyline de Milán cuenta con el rascacielos más alto de Italia, en el distrito City Life, y que el Duomo es la única iglesia gótica que existe.