El parque cubre un área de 17.18 hectáreas (0.1718 kilómetros cuadrados). El diseño demuestra claramente la mano del arquitecto y el peculiar estilo de Gaudí es evidente en cualquier elemento. Hay caminos ondulados, como ríos de lava, y pasarelas cubiertas de columnas que tienen formas de árboles, estalactitas y formas geométricas. Muchas de las superficies están recubiertas con piezas de cerámica o vidrio a modo de mosaico de colores, lo que se denomina trencadís (quebradizo).