En un laberinto de luces de neón, con los oídos atentos a las melodías del rock n roll, el blues y el jazz que retumban en los callejones, y la nariz alerta buscando el origen del olor a costillas de cerdo a la barbacoa que flota en el aire nocturno… un entorno que captura los sentidos, llena el alma y anima el espíritu. Has encontrado Beale Street.