Destino

El palacio Topkapi, construido por el Sultán Mehmet Fatih en 1478, fue la residencia oficial de los sultanes otomanos. El palacio cubría originalmente una superficie de casi 700 000 m2 y actualmente abarca un área de 80 000 m2

Una antigua iglesia, hoy llamada Museo Aya Sofya, y sin lugar a dudas uno de los edificios más exquisitos de todos los tiempos. Por más de 1000 años fue la iglesia más grande del mundo. Hagia Sofía se convirtió en mezquita tras la conquista de Constantinopla y actualmente es un museo.

Este edificio es más conocido como la Mezquita Azul debido a su magnífico interior recubierto de azulejos de Iznik azules y blancos. No se pierda la cabina real con su rampa de entrada, que el Sultán usaba para cruzar a caballo.

Construido a mediados del siglo XIX por el Sultán Abdulmecid, el palacio de Dolmabahçe se extiende a lo largo de 600 metros sobre la costa europea del Bósforo. El palacio principal tiene 285 habitaciones pequeñas, 46 salas de recepción y seis baños turcos. Su construcción combina los estilos neoclásico, barroco y rococó.

Usado como residencia de verano del Sultán, este palacio también se ofrecía a los dignatarios extranjeros más distinguidos durante sus visitas. A diferencia de otros palacios, no cuenta con sistema de calefacción, dado que se usaba solo en verano.

Cincuenta y dos escalones, una jungla de trescientas treinta y seis columnas, una oscuridad encantadora y misteriosa, y la fosforescencia del agua…como un reino subterráneo secreto, que ha esperado 1500 años para que la luz del sol lo ilumine

En este museo, situado a solo un kilómetro del hotel, pueden verse las grandes tiendas de campo usadas por los ejércitos otomanos. Aquí encontrará equipamiento de batalla usado por los otomanos y luego por el ejército turco. Puede oírse a la banda Mehter tocar música militar otomana todos los días entre las 3 y las 4 de la tarde.

Las fronteras del Imperio Otomano se extendían desde Anatolia hasta la Mesopotamia y desde los Balcanes hasta África. En el Museo Arqueológico, podrá ver artefactos de todas estas civilizaciones diferentes. Encontrará innumerables elementos de gran valor histórico, como el tratado de Paz de Kadesh, que tiene 3200 años de antigüedad.

La Iglesia del siglo XI de San Salvador, en el complejo de Chora, es, luego de la Hagia Sofía, el monumento bizantino más importante de Estambul. Se convirtió en mezquita en 1515 y se añadieron una escuela y una cocina a la estructura original.

Construido en 1524, el museo presenta trabajos en cerámica, alfombras de los períodos Selçuk y Otomano, piezas de joyería, escritorios para el Corán con incrustaciones de madreperla, invalorables manuscritos del Corán y miniaturas. Fue la residencia privada más grandiosa jamás construida en el período Otomano.

Una de las torres más antiguas del mundo, construida en madera por el emperador bizantino Anastasius Oilozus en 528 a modo de faro. Durante el reinado de Murad IV (1612-1640), Hezarfen Ahmet Celebi, aviador pionero, voló usando alas artificiales desde esta torre por encima del Bósforo hasta las laderas de Uskudar en el lado de Anatolia, a casi 6 kilómetros de distancia.

Es el primer museo importante de Turquía dedicado a la historia del transporte, la industria y las comunicaciones. La colección incluye miles de artículos, desde agujas de gramófonos hasta barcos y aeronaves de tamaño real.

Si desea escapar del ajetreo y bullicio de Estambul por un día, esta es la manera más sencilla. Simplemente aborde un ferry hacia las encantadoras Islas Princes. Büyükada es la isla más grande. Todas son famosas por sus climas cálidos y ornamentadas casas otomanas; en todas ellas están prohibidos los automóviles. El medio de transporte preferido es el carruaje tirado por caballos, conocido como «faetón».

En Miniaturk, también conocido como el «Escaparate de Turquía», puede encontrar muchas estructuras importantes de Turquía en miniatura, modelos de obras de arte arquitectónicas que representan las civilizaciones otomana y de Anatolia